La prevención de los riesgos conlleva un compromiso que se propicia desde la alta dirección de las organizaciones, desde sus accionistas y gerencias encargadas, quienes determinan con sus decisiones las condiciones para que se desenvuelva su ambiente laboral. Es por ello que su compromiso y control es fundamental en la disminución del número de accidentes de trabajo y enfermedades laborales.
En el mundo, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo, alrededor de 317 millones de personas son víctimas de accidentes de trabajo y más de 2.3 millones de personas mueren anualmente por accidentes o enfermedades laborales. El costo de esta adversidad es enorme y se calcula que la carga económica que asumen los países en el mundo a causa de la accidentalidad laboral puede estar alrededor del 4% del PIB global cada año.
Se calcula que en Colombia cerca de 20 millones de personas conforman la población económicamente activa, en edad de trabajar, de estos solamente 9 millones están cubiertos por la seguridad laboral y social, los otros 11 millones pertenecen al sector informal, son trabajadores expuestos a riesgos y sin ningún tipo de control, ni de capacitación, y sin ningún tipo de educación sobre los riesgos propios de su actividad.
Las estadísticas de crecimiento del Sistema de Riesgos Laborales en Colombia nos muestran que pasamos de tener aproximadamente 3.5 millones de trabajadores afiliados en el año 1994 a tener en 2014 cerca de 9 millones. Esto se traduce en un incremento superior al 150% en un periodo de veinte (20) años.